Los precios en origen del aceite de oliva muestran una tendencia a la baja en octubre
En un contexto de incertidumbre debido a las recientes lluvias, los precios en origen del aceite de oliva virgen y virgen extra han experimentado un nuevo descenso en este mes de octubre. Por otro lado, el aceite de oliva lampante ha registrado un ligero aumento. Esta información se ha obtenido de los datos publicados por Europa Press, provenientes del Observatorio de Precios y Mercados de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural.
En términos numéricos, la categoría de aceite de oliva virgen extra tenía un precio de 7.866,89 euros por tonelada a mediados de septiembre, mientras que en octubre ha caído a 6.971,92 euros por tonelada. En el caso del aceite virgen, el precio era de 7.162,56 euros por tonelada en septiembre y ha descendido a 6.500 euros en octubre. Por su parte, el aceite de oliva lampante, que se encontraba en 6.794,86 euros por tonelada, ha bajado a 6.150 euros.
A nivel provincial, en los primeros días de octubre, las entidades que colaboran con el Observatorio de Precios y Mercados realizaron a cabo operaciones en origen en las provincias de Córdoba, Jaén y Sevilla. Los precios medios registrados en estas regiones variaron entre 6.774 y 7.100 euros por kilogramo en la categoría virgen extra, alcanzando 6.500 euros por kilogramo en virgen, y 6.150 euros por kilogramo en lampante.
En lo que respeta a la aceituna de verdeo, las últimas lluvias han dejado su huella en la producción de la variedad Manzanilla, que está concluyendo su ciclo. Aunque los precios de los contratos recientes no presentan grandes variaciones, los calibres medios siguen a la baja. Los olivicultores y la industria permanecen atentos a las consecuencias de las lluvias, ya que estas podrían afectar tanto al fruto que aún no se ha cosechado como a la recuperación del olivar para la producción del próximo año.
En cuanto a la recolección de Hojiblanca, se ha evidenciado una falta de producto, y las exigencias en cuanto al tamaño son menores en comparación con otras campañas. La incertidumbre sobre la evolución del fruto tras las lluvias persiste, ya que estas condiciones podrían acelerar la maduración y reducir la producción.

